HA REVIVIDO EL SINCHI DE LA NOVELA DE MARIO VARGAS LLOSA
Sinchi, el personaje nefasto de la novela Pantaleón y las visitadoras de Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura, encarna la manipulación mediática. Como locutor de radio, distorsiona los hechos y tergiversa la realidad con comentarios sensacionalistas para conseguir sus propios intereses.
Hoy, un nuevo «Sinchi» ha emergido, esta vez en las redes sociales. Un personaje de dudosa procedencia que, escudado tras una pantalla, se dedica a denigrar a las autoridades que no ceden a sus exigencias y a atacar a quienes le resultan incómodos. En contraste, ensalza a quienes le han concedido espacios publicitarios u otras prebendas, convirtiéndolos en supuestos líderes intachables.
Sin reparo alguno, manipula la información para favorecer o perjudicar según su conveniencia. Recurre a insultos y calumnias, atentando contra la dignidad y el buen nombre de las personas, en flagrante violación de la Ley de Comunicación y de los principios básicos de ética y convivencia.
Se autoproclama periodista, pero carece de formación académica. Difícilmente ha leído la novela de Vargas Llosa; más bien, algunos de sus afectados lo comparan con personajes de terror como el «Payaso maldito» de Hugo Mitoire.
Al igual que el Sinchi de la ficción, actúa sin límites, creyéndose impune en el universo digital. Desde una narrativa de confrontación, se erige como el arquetipo del comunicador oportunista, aquel que prioriza la manipulación sobre la verdad, sin medir las consecuencias de su desinformación.
Lo más preocupante es que algunas autoridades han cedido a sus presiones. Si se realizara una investigación a fondo, podrían encontrarse vínculos con estas prácticas repudiables de confrontación, odio y división. En tiempos donde la sociedad exige transparencia y responsabilidad, toda autoridad está llamada a promover el respeto, la unidad y la sana convivencia.
Lic. Hernán Heras Luna
PERIODISTA, ESCRITOR
MAGISTER EN COMUNICACIÓN DIGITAL