OBISPO DE PUYO RDENÓ A TRES NUEVOS SACERDOTES
El sábado 29 de junio, festividad de San Pedro y San Pablo apóstoles, el Vicariato Apostólico de Puyo vivió la ceremonia de ordenación sacerdotal de tres jóvenes presbíteros, que luego de la formación de rigor y el ejercicio misionero, han sido admitidos para el Sacramento del Orden. Ellos son: Kevin Sánchez, Jeison Tapia y Daniel Ríos, formados en el Seminario Misionero Amazónico de Puyo, mismos que hicieron sus votos de Pobreza, Castidad y Obediencia al Obispo y a sus sucesores.
Es la primera vez que se realiza una ceremonia de ordenación múltiple de sacerdotes en el Vicariato Apostólico de Puyo, por lo que el obispo Mons. Rafael Cob García dijo que es una Gracia y bendición de Dios y un significado especial para esta Iglesia Misionera. Y quizá pasaran varios años para que se repita una ceremonia similar, manifestó.
Y más aún en este día singular que se celebra la fiesta de San Pedro y San pablo las grades columnas de la Iglesia, que fundó Jesús, pronunció el Obispo en su homilía. Refiriéndose al texto del Evangelio de la confesión de Pedro ante la pregunta de Jesús, dijo que el amor es el origen y el fin de toda vocación. Somos amados por Dios con un amor inimaginable que nadie lo puede superar, enfatizó el Prelado.
Sobre el valor del Presbítero dijo que hay tantas profesiones en el mundo, algunas muy valiosas, pero ninguna puede hacer lo que hace el Sacerdote. La Iglesia y el mundo no pueden subsistir sin el Sacerdote, que cumple el milagro de hacer venir a Cristo en cada Eucaristía, dar el perdón de Dios para administrar la misericordia divina por la que llega el perdón y la paz.
La tarea de los sacerdotes está marcada por el mandato de Jesús ante la respuesta de Pedro: “Apacienta mis corderos, pastorea mis ovejas”. Debemos cuidar el rebaño de Jesús a ejemplo del Buen Pastor, subrayó Rafael Cob.
Pidió a los nuevos sacerdotes que cada día le den la respuesta de Pedro a Jesús: “Señor Tú sabes que te quiero”, renunciando a lo que nos puede ofrecer el mundo, para vivir las promesas que han firmado y vivir la entrega total sin condiciones.